domingo, 18 de noviembre de 2012

APRENDIENDO A HABLAR: SEGUNDA PARTE


ETAPA LINGÜÍSTICA:

Comienza con la emisión de las primeras palabras, sobre los 12 ó 18 meses y termina cuando ha adquirido una competencia lingüística similar a la del adulto.

En estos años el niño tendrá que completar su desarrollo fonológico, va a tener que adquirir el léxico propio de su lengua y aprender las reglas que regulan sus combinaciones para que sus emisiones constituyan oraciones correctas.

Desarrollo fonológico

Sin un entorno que le proporcione los modelos de los sonidos de su lengua y lo retroalimente sobre sus emisiones, como hacen los padres a través de los juegos de imitación-contraimitación vocálica para que pueda ir ajustando sus producciones a las de los adultos, sería altamente improbable que el niño pudiera adquirir esos sonidos.

Existe una nítida frontera entre la etapa prelingüística y la lingüística, que estaría marcada por un período de silencio en el que el niño no emite sonidos sino que se centra en la tarea de escucharlos para ir aislándolos y separándolos en función de sus rasgos distintivos.

Las “primeras formas estables”, tanto fonética como semánticamente, que el niño produce alrededor de los 12 meses y que marcan el inicio de la etapa lingüística, están compuestas por el repertorio de sonidos que el niño ha adquirido ya en la etapa preverbal.

El orden de la aparición de los fonemas

Los niños de tres años han adquirido la mayor parte del sistema fonológico del castellano, aunque más de la mitad de ellos no articulan correctamente fonemas como la /r/ y tienen dificultades para producir otros fonemas en determinadas posiciones.

Los niños utilizan distintas estrategias compensadoras que se denominan procesos de simplificación del habla para poder superar las dificultades que les plantea la articulación de determinados fonemas y poder producir palabras aunque no sean del todo correctas.

El desarrollo fonológico puede entenderse como la pérdida progresiva de esas estrategias de simplificación que utiliza el niño hasta que sus palabras se asemejen a las que produce el adulto.

Cuándo se da cuenta el niño de que los fonemas tienen una función distintiva, que no es lo mismo decir “gato” que “pato”:

-          Los niños más pequeños, de 12 meses, no tienen aún la capacidad de segmentar el continuo que constituye la cadena fónica en fonemas y que lo que se representan y almacenan son las propiedades globales de la estructura acústica. El primer nivel de segmentación que el niño introduce en la cadena fónica es a nivel de “formas fonéticamente consistentes”, equivalentes a palabras que constituyen núcleos más significativos. El papel que el habla del adulto desempeña es la exageración de los rasgos prosódicos (intencionalidad del hablante) especialmente de la entonación y del acento, que se convierte en un elemento facilitador para la tarea de segmentación a la que se enfrenta el niño.

Desarrollo léxico-semántico

Proceso de adquisición de los significados que pueden expresarse a través de palabras u oraciones en una lengua concreta. Estrechamente relacionado con los procesos cognitivos de adquisición de conocimiento y de formación de conceptos. Al mismo tiempo las palabras que el niño va aprendiendo le ayudan a organizar y a comprender el mundo que le rodea.

Las protopalabras

Las primeras formas lingüísticas que el niño produce, alrededor de los 12 meses, son las “protopalabras”à emisión de secuencias de sonidos relacionados con personas, objetos y acciones de su entorno familiar. Acompañan sus acciones pero no las sustituyen, el niño aún no puede hablar sobre ellas.

Ahora ya el niño puede emitir y dirigir al otro una secuencia consistente de sonidos para referirse a algo. Las “protopalabras” constituyen emisiones productivas o creativas, en el sentido de que no son una copia exacta de las palabras del adulto.

La “explosión” léxica

A partir de los 18 meses se produce otro cambio. El vocabulario del niño comienza a incrementarse de manera notable.

A pesar de la diversidad de lenguas se aprecia un cierto parecido en las primeras palabras que producen.

1.       Las formas fonéticas que utilizan. Las palabras suelen estar formadas por sílabas abiertas y directas.

2.       Los significados que expresan. Las primeras palabras suelen referirse a los objetos que se encuentran en el entorno del niño y con los que interactúa.

3.       El tipo de palabras que emplean. Las primeras palabras pertenecen a las categorías léxicas o palabras contenido (nombres, verbos, adjetivos) que se caracterizan porque pueden aparecer solas, se refieren a objetos, acciones, propiedades. Y no utilizan en sus primeras emisiones palabras pertenecientes a las categorías funcionales (artículos, preposiciones, conjunciones).

4.       Las funciones comunicativas con las que se utilizan las palabras. El niño emite sus primeras palabras para cumplir ciertas funciones comunicativas como: pedir, rechazar, negar, comentar.

Las palabras aisladas cumplen determinadas funciones comunicativas.

El léxico inicial

Existe un desfase entre lo que el niño comprende y lo que puede producir. En las primeras fases de la adquisición del lenguaje, el léxico de los niños a nivel de comprensión supera casi en cinco veces a su léxico a nivel expresivo.

A partir de los 24-30 meses el desarrollo del léxico del niño es vertiginoso.

-          El significado de sus palabras se va a ir ajustando al significado del adulto, desapareciendo las sobreextensiones y los emparejamientos erróneos.

-          Van a adquirir términos con referentes abstractos y mentalistas.

-          Aprenden palabras que no tienen contenido referencial como los artículos y las preposiciones.

El niño a partir de los 3 años va a ser capaz de producir emisiones de dos palabras, descubriendo las propiedades gramaticales de las mismas.

Desarrollo morfosintáctico

Conocimiento que el niño va construyendo sobre la gramática y cuál es el proceso que sigue.

Emisiones de dos palabras

Comienza a producir emisiones en la que combina dos palabras para referirse a un mismo objeto o acontecimiento.

Se le llama habla telegráfica. Tienen un significado muy limitado pues sólo pueden referirse a acontecimientos presentes al carecer de términos funcionales y no saber flexionar los verbos.

Todos los niños que se encuentran en esta etapa expresan los mismos contenidos utilizando el mismo tipo de expresiones y que esos contenidos que ahora manifiesta en oraciones de dos palabras son similares a los que expresaba en la fase de palabras aisladas.

El niño se introduce en la sintaxis desde la semántica primero identificaría las correspondencias entre las palabras y los casos semánticos y a partir de ahí inferiría las categorías gramaticales.

La adquisición de reglas morfosintácticas

Los niños comienzan a incluir en sus emisiones algunos elementos funcionales, como las preposiciones y los artículos, y a flexionar los sustantivos y los adjetivos y los verbos.

·         Al principio el niño no incorpora las marcas morfológicas de flexión y afijación

·         Aplican algunas marcas pero sólo en determinados casos.

·         Comienzan a usarlas de forma generalizada pero cometen errores de hiperregulación.

Existen diferencias entre la adquisición de flexiones verbales en inglés y en castellano.

En castellano: el niño capta la importancia de la flexión del verbo a partir de su presencia generalizada en su lengua.

En inglés: el niño escucha formas flexionadas y no flexionadas por lo que tarda más tiempo en aprender su importancia.

Adquisiciones más tardías.

4-5 años el lenguaje se parece ya mucho al de los adultos, pero aún tienen algunas dificultades para construir y comprender ciertos tipos de emisiones.

-          Oraciones pasivas reversibles: “Laura fue abrazada por Miguel” mal comprendidas por los niños de 4 -5 años.

-          Comprensión de modismos y refranes y del lenguaje metafórico: se adquiere en los últimos años de primaria.

“Mamá ¿por qué el padre de Miguel nos lleva a tenis?

“Porque así recoge a Laura y mata dos pájaros de un tiro”.

“no me lo creo, ¿cómo va a matar dos pájaros? ¿Dónde? ¿Cuándo?

Os voy a poner algunos ejemplos de palabras y casos del aprendizaje de los peques:

PROCESOS ASIMILATORIOS:      pipiposa = mariposa.

                                                        Pototota = pelota y patata

SUSTITUTORIOS:                             datón = ratón.

ESTRUCTURA SILÁBICA:                 pato = plato.

                                                               Pótamo = hipopótamo

                                                               Osa = rosa

                                                               Funsión = infusión

                                                               Lala = Laura

                                                               Palato = plato

 

·         Alberto, cuando tenía dos años, y aún no entendía la función distintiva de los fonemas; escuchó a sus padres decir que tenían que comprar un “abeto” por navidad. El pequeño se echó a llorar diciendo “otro abeto no, ya hay un abeto”.

SOBREEXTENSIONES: “miau” à       no sólo para referirse al gato, sino para la comida, donde duerme, todo sobre el gato; incluso para referirse a otros animales.

SUBEXTENSIONES: “gafa” à             sólo son gafas las de su padre, las de su prima no son gafas.

Hay otros casos, por ejemplo si hablas de tu hermano con tu sobrino y dices “mi hermano…” al niño le costará entender que “tu hermano” es “su padre” y cuando lo “entienda”…te dirá “no es tu hermano, es mi papá”.

También ocurre con personas del mismo nombre, no pueden entender que haya dos personas en su entorno que se llamen igual, mi sobrina, decía “Rubén es mi papá y no es tu novio”, indudablemente mi novio se llama Rubén y no es su padre. Cuando logró entenderlo, se refería a ellos como “mí Rubén” y “tú Rubén”.

También los emparejamientos que hacen los peques. Tengo otra sobrina, que hace meses me dijo “tita, Rubén es tu novio, y te da besos” (la niña acaba de cumplir 4 años). En el momento que lo admití, dejó de llamarle por su nombre para llamarle “tito”.

Bueno, y hasta aquí las entradas de esta semana, espero que disfrutéis mucho del fin de semana, y de la semana, y que aprovechéis con vuestros peques el tiempo máximo.

Un abrazo!!!!

cine y adolescentes!!!


Buenos días,

Qué tal va el fin de semana??? Habéis madrugado?

Sabéis qué es el contagio emocional?, os explico: es cuando se contagia un sentimiento; es muy dado, sobre todo en los bebés. En una guardería, por ejemplo, si uno se pone a llorar, seguidamente van los demás….hasta que terminan todos llorando, se suele dar cuando son muy pequeñitos…y qué quiero decir con esto? Bueno pues que el viernes yo lo sufrí en mis carnes.

El viernes estrenaron la última película de la saga Crepúsculo, de la cual no he sido nunca muy fan, pero, llevamos a los chicos allí. En mi grupo iban 12 adolescentes, también íbamos con otros grupos, pero no recuerdo el número de adolescentes que iban, sólo os puedo decir que me parecieron muchos.

Una vez tuvimos las entradas y las palomitas, nos dirigimos a la sala…lo primero, organizarles “no os podéis sentar donde os dé la gana”…todo esto, con la bebida y las palomitas en la mano, el bolso, el abrigo y las entradas…y viendo cada vez más y más adolescentes; en fin, una vez les colocamos según dictaban las letras impresas en las entradas, a las que mis chicos no hacían caso…me senté en un sitio que me había guardado uno de ellos, que además por suerte era uno que era de nuestras entradas, si hubiera tenido que volver a cambiar a cuatro más, creo que dimito en ese momento y me siento en unas escaleras.

Antes de que empezara la película estuve observando la sala, el número de adultos no llegaba a 20, y toda la sala estaba llena de hormonas en forma de adolescentes…buff…iba a ser testigo de la cuarta o quinta mayor revolución hormonal (las tres o cuatro primeras, van de acuerdo al número de películas de esta saga).

Comienza la película, los adolescentes poseídos por su espíritu hormonal, que es más poderoso que cualquier organización política, empiezan a gritar y a aplaudir, gritos ensordecedores, aplausos, más gritos.

Momentos de silencio, las hormonas daban paso a las neuronas para que actuaran mientras había diálogos en la película, gracias!! El cerebro, compuesto de kilo y medio de grasa puede ser más poderoso que las hormonas adolescentes, no podía creérmelo.

No!!! Primera aparición de un torso masculino desnudo; gritos ensordecedores, aplausos, gritos aplausos, alguna hormona en forma de vocecilla que dice “quítatelo todo!!!” y la voz de mi coordinadora que me dice “María, donde nos hemos metido”; mi contestación…”no sé pero tengo miedo”

Hormonas gritonas, hormonas gritonas y más hormonas gritonas…aplausos, aplausos, aplausos…

Consecuencia: la veintena de adultos que estábamos allí, contagiados por tanta emoción, dejamos aflorar nuestras hormonas, que las tenemos atadas desde hace años, o quizá cansadas después de nuestro período adolescente…empezamos a gritar y aplaudir en el punto climax de la película…me miraba desde fuera, y me reía al ver lo que estaba haciendo…me encantó dejar escapar la adolescente, o las poderosas hormonas adolescentes que aún llevo dentro.

Resultados de la investigación mediante la observación in situ: el contagio emocional se da en todas las personas. Las hormonas adolescentes son realmente poderosas.

Bueno, si tenéis hijos adolescentes os recomiendo que vayáis con ellos al cine, y si puede ser que os reunáis con más adolescentes, me parece divertidísimo escuchar los comentarios y no poder decirles nada y tener que reírte, porque tú a su edad pensarías lo mismo: “oh profe, me encanta el “hombre-lobo”, si le tuviera cerca me desmayaba de lo guapo que es”; “pues profe, a mí me gustan todos, que pechos, que cuerpos”.

Impresionante, hormonas que suben y bajan y se recorren todo el cuerpo de nuestros chicos…etapa adolescente, de las más duras. Si queréis un día os pongo una entrada sobre esta etapa…

A continuación de esta entrada os pondré la segunda parte de “aprendiendo a hablar”.

Disfrutar del fin de semana.

Besos